Sahumerio para el desamor

Entre mi muela podrida y la falla en mis nervios,

me desvío en los píxeles de mi teléfono para escribirte otra vez...

Querido dolor te pido que te alejes por que hoy pesan más mis malas decisiones que el pastillero en mi bolsa,

tengo la convicción consciente de no volverme a enamorar por que el paracetamol ya no me hace efecto y el ketorolaco me deja sin ganas de hablar-te,

me he descubierto en el auto análisis obligado que implica vivir en el Estado de México y transportarse todos los días a la ciudad,

y es que ya no basta con subsistir de recuerdos nublados de un pasado amable,

ni lamentarse en las mieles de la romántica negación,

hoy quisiera poder llamar a mi padre, decirle que nuevamente estoy quebrada y que necesito una taza de miel con limón para el dolor de garganta que me dejo una mala relación,

mi amiga la bruja me recomendó cargar con una esencia de lavanda para desestresarme,

pero no supe como explicarle que traigo una contractura en el corazón y que para eso no hay remedio en hierba,

tengo un incendio en el pecho al que le puse erróneamente tu nombre,

desde hace tiempo intento hacer una deconstrucción de lo que soy por que es más fácil inventarse un mundo que aceptar la realidad,

sigues presente en mi como una percusión que jamás entendí y te deshecho de mi casa enredada en salvia.